sábado, 21 de enero de 2012


Linchamiento y juicios paralelos

Los juicios paralelos y los linchamientos están a la orden del día en la sociedad. A veces, parece que muchos de nosotros, al dar con algún hecho a primera vista abominable, nos veamos con el derecho y el deber de destilar bilis por la boca o el teclado a diestro y siniestro sin esperar demasiado a contar con más datos y puntos de vista. (Esto me da que pensar en la cantidad de ira reprimida –o energía, llámela como guste- que albergamos algunos y la consiguiente necesidad de airearla a la primera de cambio).

Los supuestos delitos de Urdangarín y la actitud del capitán del crucero “Costa Concordia” son dos buenos ejemplos de linchamiento reciente (con razón o sin ella). En el primer caso, como ya comenté en un texto anterior, el Rey mismo dio pábulo con la declaración de “comportamiento no ejemplar”. En el segundo, las manifestaciones del capitán y algunas revelaciones han sido claves. El capitán Francesco Schettino ha ofrecido suculentas declaraciones para alimentar la teoría de negligencia o incompetencia en sus funciones como máximo responsable del navío. En una de ellas, había afirmado –cuentan los medios- haberse caído en un bote salvavidas (¡manda huevos!, que diría Trillo).

Opinar todos somos libres de hacerlo, como no, pero deberíamos siempre colocar la opinión en cuarentena a la espera de conocer todas las informaciones -cosa harto difícil, lo sé-, pero, ya digo, por lo menos, remarcar una y otra vez que se trata de una opinión basada en los datos con los que hasta en ese momento se dispone. La juez que investiga el hundimiento afirma, por ejemplo, que Schettino dejó el transatlántico cuando quedaban cien pasajeros y no antes que nadie, como se había apuntado al principio. No sería la primera vez que, a la postre, el supuesto culpable resulta inocente tras haberlo sometido la opinión pública a escarnio público. Que no afirmo que sea este el caso pero tampoco lo niego. (Recuerden a Rocío Wanninkof). Incluso el Rey dijo “comportamiento no ejemplar” refiriéndose a los supuestos tejemanejes del yerno, y no “ilegal”. Quizás en el naufragio del “Costa Concordia” no haya solo un único responsable. Razones para exhibir mala leche las hay de sobras y no necesitamos espitas ocasionales.

4 comentarios:

  1. Yo creo que nada de esto pasaría si la justicia en este país tuviera un poquito de credibilidad; como no la tiene, como está desprestigiada por el tejemaneje de los políticos a la hora de conformar las instituciones, así nos vemos ahora

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  2. Seguro, Marta. Como dices, si la justicia tuviera un poco de credibilidad no habría tanto linchamiento. Ahora podríamos objetar contra el jurado popular pero, como dices, la lucha entre, básicamente, PP y PSOE por los puestos en el Poder Judicial ya da qué pensar.

    Si la justicia funcionara lo demás vendría rodado. Además de no escatimar recursos, y como le oí decir una vez al exfiscal anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo, debería haber jueces y fiscales muy bien preparados -sobre todo, para temas enrevesados como los de corrupción o fraudes fiscal- y con coraje para luchar contra el verdadero poder.

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  3. Aunque he de insistir, Marta, en lo que digo en el post: la posibilidad de equivocarnos está ahí, como ha ocurrido otras veces.

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  4. Caerte encima de un bote.. es que la excusa es demasiado de mofa.. en fin.. ya le está dando el mundo entero la suficiente caña, no hace falta decir nada más :/
    Tendrá que vivir con ello, y eso ya es bastante.

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